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Bariloche, 21-22 de Noviembre de 2012
        Instituto de Investigaciones en
Diversidad Cultural
y
Procesos de Cambio
ISSN 2250-8325

El IV Coloquio Anual IIDyPCa Diversidad en Ciencias, Ciencias Diversas tuvo como tema central “Prácticas Genocidas y Violencia Estatal en Perspectiva Transdisciplinar”.  El mismo  se desarrolló en dos días consecutivos  en la sala de conferencias del hotel Patagonia Sur y contó con la asistencia de más 80 personas entre estudiantes, docentes, académicos, miembros de organizaciones del pueblo mapuche y comunidad en general. Se acompaña programa del evento.

Los dos días comprendidos por el coloquio se dividieron en diferentes sesiones. La primera trató sobre el Concepto de Genocidio. En este panel se discutieron una serie de reflexiones resultado de la intervención tanto de antropólogos como de un perito ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en casos en los que se responsabilizó al Estado argentino por violaciones a los derechos humanos por  detenciones ilegales y violencia policial sobre adolescentes de sectores populares. Además, se abordó la figura de los juicios de lesa humanidad en Argentina y el uso del marco legal de genocidio. Se debatió sobre casos paradigmáticos, es decir aquellos que pueden ser considerados como puentes para tratar de remediar violaciones masivas a los derechos humanos. Hubo propuestas de formas y prácticas para incidir sobre las burocracias estatales y estructuras socio–culturales que operan en diferentes prácticas de recurrente violencia.

La segunda sesión discutió Políticas de Estado y Pueblos Originarios en la Argentina. Allí se presentaron casos de la violencia estatal y la criminalización de los pueblos originarios entre 1880 y 1930. Asimismo, se abordaron las diferentes perspectivas sociales de lo sucedido. Desde distintos sectores de la sociedad y desde el propio Estado, la consideración acerca del  indígena fue variando a lo largo del tiempo y así a una primera que consideraba a este como un salvaje producto del desierto bárbaro le sucedió apenas terminó la contienda bélica y se concretó su definitivo sometimiento, otra, que visualizaba a este como un humilde ciudadano, como un  verdadero argentino en inevitable comparación con el inmigrante el que ahora era visto como un factor de perturbación del orden social y de la propia nacionalidad.  En la medida que fue desapareciendo la idea de amenaza a la integridad nacional se fue diluyendo esta apelación. Por otra parte,  la crisis de 1890 va marcando el fin de la utopía agraria lo que contribuye a señalar la conclusión entonces de esta etapa dejando paso, en los años siguientes y hasta bien entrado el siglo XX, a una nueva mirada la que se construye a partir de percibir al indígena como un habitante más de la campaña que se integra a ella a través de su actividad en las parcelas fiscales a las que se hace acreedor o bien empleándose como fuerza de trabajo en los establecimientos  rurales que se van instalando en los nuevos territorios productivos.
     
Posteriormente se presentaron casos de campos de concentración indígena en tres diferentes regiones de la Argentina, en el rango temporal que va desde 1870 hasta 1950. En otra parte de este panel se discutieron las prácticas genocidas y la invisibilización de la problemática indígena en la frontera bonaerense, tanto como parte del proceso y como de sus consecuencias genocidas en el marco de la consolidación estatal, nacional y territorial. Se debatió, tanto en los trabajos presentados como con la participación del público, la perspectiva de Giorgio Agamben quien considera que el campo es, ante todo, un espacio que se coloca por fuera del ordenamiento jurídico normal. Es lo que denomina un espacio de excepción. Esta excepcionalidad es una forma estable y normada que rige el dominio de la vida. Sostiene el autor que el campo surge a la luz del día, aunque es negado por su aparencial ausencia de principios que se manifiesta en la posibilidad de cualquier situación impensada. Las tres situaciones que analizadas son: la isla Martín García (provincia de Buenos Aires), entre 1873-1886, Valcheta (Río Negro) 1883-1890 y las reducciones estatales para indígenas de Napalpí (Chaco) y Bartolomé de las Casas, Muñiz y Ameghino (Formosa) que funcionaron -cada una con  diferentes fechas de creación- en un período que fue desde 1911 hasta mediados de la década del 1950.

En la tercera sesión se abordaron los temas de Memoria, Olvido y Silencio a los fines de analizar los procesos sociales de construcción de memoria y olvido. En ese ámbito se abordaron las políticas de sometimiento indígena del estado nación argentino en lo que fue la “última frontera bonaerense”, es decir en el espacio demarcado y conocido como Zanja de Alsina, en 1876, y que en la actualidad conforma el oeste de la provincia de Buenos Aires. Esto supuso el avance sobre el territorio indígena, la fundación de comandancias militares y el intento de desplazar y doblegar a las parcialidades. Escasamente estudiadas, las prácticas genocidas llevadas a cabo impusieron prácticas de deportaciones masivas, traslados e incorporación de los “indios de lanza” al ejército y el confinamiento de los apresados en campos de concentración como la isla Martín García, lugar desde donde muchos indígenas fueron distribuidos a distintos puntos del país en actividades productivas o en el servicio doméstico en el caso de mujeres y niños.

Para los que lograron escapar al asedio de las tropas, comenzó el tiempo de los desplazamientos, el desmembramiento de las familias, la incorporación subordinada y los procesos de circulación por la región, en un proceso “borrado” de la historia que ha permitido señalar como producto del progreso y de la modernización a políticas genocidas con los pueblos sometidos, comunidades que en la actualidad se han rearticulado y cuestionan los relatos tradicionales que afirmaban su desaparición. Fueron examinados los sentidos en pugna en una etapa en la que todavía no estaban establecidas muchas de las informaciones y sentidos que luego conformarían los discursos predominantes. Luego como los discursos nacionales se fueron transformando en pos de una reconciliación nacional. Y cómo han sido las diferentes narrativas históricas del genocidio, sobre todo del indígena de fines del siglo XIX.

Cambiando de momento histórico, pero estrechamente relacionado para pensar los procesos de Memoria, Olvido y Silencio, se discutió el modo en que se construyó la figura de la víctima de la desaparición forzada en diarios nacionales y revistas de actualidad publicados en el marco del llamado “show del horror” (enero - marzo 1984). El panel discutió  sobre los sentidos en pugna en una etapa en la que todavía no estaban establecidas muchas de las informaciones y sentidos que luego conformarían los discursos predominantes.  Mediante tres casos, se abordan las claves en que la figura de los desaparecidos fue construida y presentada por la prensa de esos meses, y el modo en que se denominó el conjunto de crímenes cometidos por las FFAA. Para ello se debatió sobre 1) la cobertura que los diarios dieron a las exhumaciones de NN realizadas en el marco de las primeras investigaciones judiciales sobre la desaparición de personas; 2) las declaraciones periodísticas de algunos represores; 3) los testimonios de sobrevivientes. En la medida en que esta cobertura mediática constituyó la primera presentación hacia el público masivo de lo sucedido a los desaparecidos, este análisis propone hipótesis acerca de las “luchas entre memorias” de los inicios de la transición y acerca de las razones por las cuales los relatos institucionales que luego se convirtieron en hegemónicos instalaron otras figuras para referirse a la desaparición.

Se continuó con la figura de la reconciliación dentro de casos de violencia estatal y/o genocidio. Esto remite a la Teología, al Derecho, a la filosofía política y a la psicología social, pero se caracteriza por un denominador común: la apelación a superar sentimientos de revancha, odio, dolor o remordimiento más que a una estricta causalidad de los hechos y los responsables. De allí que la retórica de la reconciliación adquiere, por lo general, un carácter no-formal y fuertemente emotivo. Si bien el llamado a la “reconciliación nacional” es una constante en el discurso de las Fuerzas Armadas desde el Documento Final hasta la actualidad para evitar los juicios por las violaciones a los Derechos Humanos, este se ha enunciado desde distintas posiciones y en respuesta a diversas coyunturas. Pues bien, el presente trabajo se propone dar cuenta de las transformaciones en la retórica de la “reconciliación nacional” como estrategia política y extra-jurídica promovida por civiles y militares en los últimos 30 años. Y de este modo, analizar cómo la propuesta de “reconciliación nacional” péndula entre la necesidad de olvido de las secuelas de una “guerra antisubversiva” y una suerte de “deber de memoria” en el que todos los argentinos resultan hermanamos en la evocación de los dolores en común.

Por último, se abordó la problemática del trabajo con distintos tipos de registro para abordar la violencia de estado. Las narrativas sobre el genocidio indígena en Argentina tienen una relación particular con los archivos históricos, el trabajar con estos dos tipos de registro conduce a nuevas preguntas tanto sobre las definiciones metodológicas como conceptuales. Siendo que a menudo accedemos a la memoria colectiva a través de las preguntas que realizamos desde el archivo, se propuso abordar precisamente el espacio y la lógica a través del cual existen y se relacionan tanto el archivo como la memoria. Este abordaje sobre la elaboración cultural de estos espacios, como "zona gris" siguiendo a Levi, "cultura del miedo" según Taussig, entre otras definiciones, nos permite analizar la forma en que las realidades ficcionales operan, circulan las ideologías y se construye una cultura del terror que permite construir tanto un discurso colonial como una memoria social que lo subvierte. Finalmente se discutió al mismo discurso historiográfico, resultante del trabajo disciplinar en archivos y con la memoria social, como una trayectoria de construcción en si misma de experiencias sociales.

El segundo día comenzó con la sesión: Genocidio, Historia y Definiciones. En esta primera sesión se analizó el proceso de construcción del concepto de genocidio, sus diferentes definiciones disciplinarias y discusiones en torno a la aplicabilidad del mismo en diferentes casos históricos. Los casos de estudios presentados se focalizaron sobre todo en la aplicabilidad del concepto en las relaciones entre el estado argentino y los pueblos originarios.

La segunda sesión  abordó la problemática del Reconocimiento y Reparaciones. En este sentido se retomo la idea de imprescriptibilidad de los crímenes de genocidio u otros considerados de lesa humanidad a través del análisis de casos, particularmente de la violación sistemática de mujeres asiáticas por parte del Imperio Japonés. El conflicto radica en por un lado, el encubrimiento de estos crímenes silenciando las víctimas aun sobrevivientes y, en segundo lugar, la desaparición del Imperio japonés como tal. Si bien la coyuntura de un estado bélico es en el presente inexistente el daño ocasionado, sobre las víctimas pero también sobre las mujeres en general, tiene sus consecuencias hasta el presente. En ese sentido se discutió la importancia de tomar esos casos de difícil análisis y resolución para pensar y profundizar la idea de reparación, sus responsables y beneficiarios.  

La sesión siguiente fue la que presentó diferentes casos relaciones con la dimensión política del concepto genocidio, procesos de reconocimiento de grupos sociales y sus debates en torno a las posibilidades de reparación. Distintos casos nacionales e internacionales fueron presentados y debatidos. Entre ellos se presentaron los aportes de la Antropología Forense, específicamente del Equipo Argentino de Antropología Forense. Un breve historia de su creación, los métodos y técnicas que emplean -derivados de la antropología física y la medicina- para investigar casos judiciales en los que existen restos óseos humanos. El EAAF, fundado en 1984 en Argentina, aplica métodos de dichos campos con el fin de exhumar e identificar víctimas de desapariciones y asesinatos extrajudiciales, devolver los restos a los familiares, presentar ante organismos pertinentes las pruebas de violaciones a los derechos humanos y entrenar profesionales que puedan continuar la tarea a nivel local.  El EAAF hace uso de la arqueología para la recuperación de restos. Se recurre a una variedad de disciplinas, entre otras la patología forense, la odontología, la genética, la balística, la radiología, la antropología social y la informática. Su investigación se basa en el respeto de los deseos de los familiares de las víctimas y de su comunidad y en la convicción de que la identificación de los restos es una fuente de consuelo para las familias que sufren por la “desaparición” de un ser querido. El EAAF también busca mejorar los protocolos forenses internacionales y nacionales, asegurar la transparencia de la investigación penal y lograr la inclusión de expertos forenses independientes en la investigación de violaciones a los derechos.

El caso del genocidio armenio fue analizado desde el punto de vista de la violencia de Estado y aplicación de la deportación como herramienta política de exterminio. El propio Estado turco, lejos de ejercer el rol protector de sus ciudadanos, aplicó políticas de exterminio a un sector social, con la complicidad o el silencio del conjunto de la sociedad. Estas políticas se caracterizaron por ser promovidas y ejecutadas por sectores del estado que pusieron todo su poder y sus medios –ejército, policía y burocracia- al servicio de la concreción de un verdadero plan criminal. Así la noción de deportación es identificada  e interpretada como rasgo singular y esencial en el caso del Genocidio Armenio.  Y, como consecuencia de ello, el sufrimiento de los deportados surge como una expresión cotidiana y como manifestación subjetiva de una situación límite de violencia subyacente.

Se discutió también sobre los dispositivos de violencia estatal. El caso que se tomó fue el del Operativo Independencia desde la experiencia de los soldados conscriptos. Y sobre todo cómo y por qué, primero militantes del PRT-ERP y luego las autoridades militares, construyeron al monte tucumano como el «centro» de su estrategia militante y represiva, respectivamente; cuando en realidad fue un espacio relativamente periférico o marginal en la escena nacional. Se mostró además que el monte tucumano fue el espacio elegido para ensayar una metodología de represión clandestina que luego del golpe de estado del 24 de Marzo de 1976 se extendería a todo el país.

Los manuscritos de las diferentes presentaciones se compilarán en un volumen dentro de la serie de publicaciones del IIDyPCa. Se ha solicitado su entrega para mediados del mes de Marzo 2013; y se calcula que la publicación estará disponible a mediado del año entrante. La comisión organizadora estuvo formada por Dr. José Luis Lanata, Dra. Claudia Briones, Dr. Walter Delrio, Prof. Pilar Pérez y Mg. Eva. Muzzopappa, contando por la colaboración del personal de IIDyPCa Julia Torres y Florencia Galante.